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Poniendo la salud pública en primer lugar este año escolar: la ciudad de Nueva York necesita una opción de aprendizaje remoto

August 28, 2021

Ha sido un año y medio desafiante para millones de estadounidenses debido a la pandemia de COVID-19. En todos los aspectos de nuestra vida diaria, tomamos medidas que probablemente nunca imaginamos tener que tomar. Y no eran solo para adultos. Los estudiantes y las familias aquí en la ciudad de Nueva York y en todo el país vieron sus vidas y su educación trastornadas. El aprendizaje virtual o remoto se hizo necesario durante el apogeo de la emergencia de salud pública, y sigue siendo necesario para el nuevo año escolar.

Para ser claros, los tres queremos que los estudiantes regresen a las aulas para el aprendizaje en persona lo antes posible.

Como el aprendizaje virtual no está disponible este año escolar, esperamos que en las próximas semanas continúe la discusión y consideración constructiva en nombre de las familias que ―dadas las preocupaciones legítimas y conocidas sobre el COVID-19, la variante delta, y los estudiantes que aún no pueden vacunarse―, merecen flexibilidad y tener una opción de educación remota disponible para ellos mientras nuestros niños regresan al salón de clases.

En la ciudad de Nueva York, la variante delta es la clara variante de preocupación entre todos los casos evaluados. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., la variante delta es más contagiosa y puede causar una enfermedad más grave en quienes no están vacunados. El CDC ha actualizado sus recomendaciones con respecto al uso de mascarillas en las aulas, las cuales han sido adoptadas por el NYCDOE. Si bien aún no sabemos si la variante delta causa casos más graves de COVID-19 entre nuestros niños ―especialmente nuestros jóvenes que padecen asma y otros que pueden ser inmunodeprimidos―, sí sabemos que esta cepa ha causado un aumento en los casos pediátricos. De julio a agosto, más de 200 niños fueron hospitalizados con COVID-19 todos los días en promedio, cifras casi iguales a nuestro pico previo a la vacuna en enero.

A medida que la variante delta continúa propagándose por todo el país, representando casi el 90% de todas las nuevas infecciones, las tasas de vacunación no han alcanzado los niveles de inmunidad de rebaño. La reciente aprobación total por parte de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. de la vacuna Pfizer-BioNTech para personas mayores de 16 años es una fuerte señal de que nos acercaremos a ese objetivo. Con su aprobación y el anuncio del alcalde y el DOE de que la ciudad de Nueva York exige que todos los empleados del Departamento de Educación se vacunen este año escolar, estamos seguros de que estamos avanzando para satisfacer la urgencia de nuestra realidad. Pero el hecho es que aún no contamos con la aprobación de emergencia para la vacunación de niños de 12 años o menos. Los padres, especialmente con niños que aún no son elegibles para vacunarse, están comprensiblemente preocupados.

Además, cuando expire la moratoria federal de desalojos en octubre, millones de familias correrán un mayor riesgo de quedarse desamparadas y padecer inseguridad en la vivienda. Solo en Nueva York, uno de cada 10 niños en las escuelas públicas no tenía vivienda antes de la pandemia. Nuestra crisis de vivienda pone a los niños en un riesgo aún mayor de contraer COVID-19 y de interrumpir un plan ya frágil de regreso a la escuela.

Especialmente a la luz de este panorama de salud pública en constante cambio, nuestras familias necesitan flexibilidad y comprensión. Actualmente, en el estado de Nueva York, los padres pueden presentar una nota del pediatra de su hijo para solicitar aprendizaje virtual si tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19, pero esta deferencia también se debe brindar a todos nuestros padres, incluidos aquellos que no tienen acceso a un médico, porque ningún padre debería tener que elegir entre la seguridad de su hijo y su educación.

Los padres afectados con la situación deben tener la opción de presentar sus inquietudes y solicitudes de aprendizaje virtual a los grupos de trabajo específicos del condado y del distrito que tienen los recursos para adjudicar estas solicitudes y tomar sus decisiones en base a la información más actualizada de los datos de infecciones de COVID-19 específicos del distrito.

Sabemos que nuestros estudiantes aprenden mejor cuando están junto con sus compañeros y bajo la supervisión directa de sus educadores. Sabemos que el aprendizaje práctico es el mejor aprendizaje. Pero también sabemos que los padres necesitan opciones, necesitan sentirse apoyados y tenemos el deber de brindar ese apoyo donde y como podamos.

Esta pandemia no ha terminado y nuestras familias necesitan una opción de educación remota. No como primera opción, sino como alternativa disponible si la necesidad lo exige.

Hemos trabajado arduamente para proporcionar los recursos y el apoyo que nuestras escuelas necesitan para hacer que el aprendizaje presencial vuelva a ser una realidad. Será necesario que cada uno de nosotros trabaje para garantizar que se escuche a los padres, que se apoye a sus estudiantes y que las escuelas tengan total transparencia y responsabilidad para enfrentar los desafíos futuros. Lo más importante que podemos hacer como servidores públicos es asegurarnos de que nuestros estudiantes y sus familias estén a salvo.

Issues:Education